LA VIRGEN MUERTA
“María Korn recibió la visita del siniestro enfermero en plena madrugada del día de Navidad, al poco de dar a luz, mientras su hijo permanecía en la incubadora. Unas horas después el bebé fue hallado en la capilla del hospital. Alguien había arrancado la figura del niño Jesús de los brazos de la talla de madera de la Virgen María y, en su lugar, había depositado el cuerpo sin vida del recién nacido, como un sacrificio, una macabra ofrenda a la madre de Dios. Ese fue el primer crimen del ángel, aunque en aquel entonces nada hacía sospechar que se trataba del inicio de un ritual sin fin para dar muerte al resto de los niños.”
SINOPSIS:
El secuestro de un bebé recién nacido en un hospital del País Vasco enciende todas las alarmas. La policía encuentra junto a la cama de la madre una estampita de la Virgen María, lo cual conecta el caso con el rapto y asesinato de otro pequeño ocurrido meses atrás en Nueva York. El inspector encargado de la investigación pide ayuda a la detective privada y vidente Gloria Dupont, con la que mantuvo un tormentoso idilio.
Las pistas conducirán a Gloria hasta Sierra Sombría, un misterioso pueblecito cántabro perdido en las montañas del parque natural Saja-Besaya que parece esconder más de un secreto. En él, la ferviente veneración a la Virgen María convive con aterradoras leyendas ancestrales. Las cada vez más complicadas circunstancias del caso obligarán a Gloria a luchar contra sus propios traumas del pasado y a buscar el auxilio de su mentor, un exsacerdote católico que la entrenó en el uso de sus facultades clarividentes, pero que también intentó matarla. Antes de que aparezcan más víctimas, Gloria deberá emprender una carrera contrarreloj para dar con un asesino que parece ir siempre un paso por delante de ella y conocer bien las fuerzas más tenebrosas que habitan desde antiguo el lugar.
LA VIRGEN MUERTA
Extracto
«Gloria Dupont se acercó a Ainara Larrea y se sentó junto a ella en la cama. Había algo en aquella muchacha que la inquietaba, pero no sabía a ciencia cierta de qué se trataba. La joven ni siquiera la miró.
—¿Nos podemos quedar Ainara y yo solas en la habitación, por favor? —rogó a la doctora.
—¿Quién es usted? El inspector Arbizu aún no nos ha presentado —respondió ella.
—Disculpe, doctora Martínez—dijo Mikel—. ¡Vaya fallo! Esta es Gloria Dupont, una colaboradora habitual de la comisaría.
—¿En calidad de qué? —insistió.
—Bueno… —titubeó Mikel—. Gloria nos ha ayudado en varias investigaciones. Ahora trabaja como detective privada en Madrid, pero le he pedido su apoyo.
—No me ha contestado —le recriminó la médica.
Gloria no prestó atención a aquella incómoda conversación. Estaba acostumbrada a ese tipo de rifirrafes cada vez que se inmiscuía en algún caso. Observó a Ainara tratando de mostrarse cercana y de que su lenguaje corporal transmitiera serenidad. Era muy importante que la joven aceptara su presencia. De lo contrario, nada de lo que se disponía a hacer a continuación serviría.
—Gloria es una excelente investigadora —explicó Mikel—. Tiene ciertas habilidades especiales que le hacen detectar situaciones, detalles que a los demás se nos escapan. En otros casos su ayuda ha sido determinante.
—¿Detalles que a los demás se nos escapan? ¿Qué me está queriendo decir, inspector? No logro entenderle.
Mikel se cruzó de brazos. Aquella facultativa estaba siendo un hueso duro de roer.
—Soy sensitiva —anunció Gloria mirando fijamente a la doctora. Cada vez que tenía que salir del armario de aquella manera tan brusca la garganta se le resecaba y los pinchazos en las yemas de los dedos hacían acto de presencia, como cuando se topaba con una araña. Sin embargo, prefería eso a no decir la verdad. El paso del tiempo le había demostrado que, en general, era mejor ser sincera si la situación así lo requería.
—¿Cómo? ¿Qué quiere decir? —preguntó la doctora Martínez.
El rostro de Mikel adquirió una tonalidad excesivamente lívida al escuchar la confesión de Gloria.
—Lo que oye, doctora. Vidente, médium… llámelo como quiera. Veo y siento cosas que los demás no ven —Gloria trató de ser lo más franca posible sin parecer una loca—. Me pasa desde pequeña. Y a veces soy capaz de entrar en la mente de las personas.
Mikel respiró aliviado. Aquella descripción de las habilidades de Gloria no era falsa, pero se alejaba mucho de todo lo que era capaz de hacer. Era evidente que había optado por contar una verdad más asumible.«
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